Unos videos para este 30 de Enero del 2020
Manifiesto Día
Internacional de la Paz, IES Ignacio Aldecoa 30/01/2020
"Lo siento. Pero... yo no
quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, sino ayudar a todos si fuera posible
sin importar raza o religión. Tenemos
que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer
felices a los demás, no hacernos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar
a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede
alimentar a todos los seres.
El camino de la vida puede ser
libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las armas, ha
levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas.
Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos. El
maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento
nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado,
sentimos muy poco. Más que máquinas necesitamos más humanidad. Más que
inteligencia, tener bondad y dulzura. Sin estas cualidades la vida será
violenta, se perderá todo.
Los aviones y las redes sociales nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera
naturaleza de estos inventos exige bondad humana, exige la hermandad universal
que nos una a todos nosotros. Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en
todo el mundo, millones de hombres, mujeres y niños desesperados, víctimas de un sistema que hace torturar a la humanidad y encarcelar a gentes
inocentes. A los que puedan oírme, les digo: no desesperéis.
Las injusticias que padecemos no son más que la pasajera codicia y la amargura de hombres y
mujeres que temen seguir el camino del progreso humano. El odio pasará y
caerán las injusticias, y el poder
que se le quitó a la gente se le
reintegrará, y, así, mientras la
humanidad exista, la libertad no perecerá.
Compañer@s: No os entreguéis a ésos que en realidad os desprecian,
os esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen qué tenéis que hacer, qué
decir y qué sentir. Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como a ganado y
como carne de cañón. No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres
máquina, con cerebros y corazones de máquina. Vosotros no sois ganado, no sois
máquinas, sois Hombres y Mujeres.
Lleváis el amor de la Humanidad en vuestros corazones, no el odio. Sólo los que
no aman odian, los que nos aman y los inhumanos.
Compañer@s: No luchéis por la esclavitud, sino por la libertad. Vosotros
tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad, el
poder de hacer esta vida libre y hermosa y convertirla en una maravillosa
aventura. En nombre de la paz,
utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno
y noble que garantice a los hombres un trabajo, a la juventud un futuro y a la
vejez seguridad. Pero bajo la promesa de esas cosas, las fieras subieron al
poder. Pero mintieron; nunca han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán.
Luchemos ahora para hacer realidad lo prometido. Todos a luchar para liberar al
mundo. Para derribar fronteras, para
eliminar la ambición, el odio y la intolerancia. Luchemos por el mundo de la razón.
Un mundo donde la ciencia y el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.
Discurso final de "El gran dictador", de Charlie Chaplin,
1940