Paseando
por el patio en el recreo me he encontrado con mi buen alumno Toshko y sus
curiosas preguntas. Hoy el debate ha partido sobre el artículo de la
infantilización de la sociedad. En un momento dado me ha dicho que muchos
alumnos piensan ¿para qué venir al instituto?, ¿para qué sirven las
asignaturas que impartimos?. La verdad que días anteriores ya sufrí dichas
preguntas al explicar los números complejos en 1º Bachillerato, pero Toshko fue
más allá. Me dijo una frase increíble:
“El
instituto penaliza la creatividad pues obliga a seguir un orden y pautas
establecidos por el profesorado”
Consideraba
que se coartaba su creatividad debido a la forma de impartir la materia por parte
de los profesores. Reflexioné sobre ello y seguimos conversando e intercambiando
ideas sobre dicho tema. Pero la idea no se me iba de la cabeza.
Recordé
otra conversación con Paco Gil que
indicaba cómo los alumnos pensaban en el interés que los profesores teníamos
porque aprendieran, cuando eran ellos los que tendrían que mostrar dicho
interés. Éramos los profesores los que agobiábamos a los alumnos con la cultura
del conocimiento, mientras que a ellos no les era importante.
Me
puse a indagar con más alumnos y Leyre Díaz me dijo “la educación no es el
problema, es cómo se está enfocando el modelo de Educación”. Aunque le di la
razón, le indique que desde tiempos inmemorables los alumnos siempre se han
quejado de los métodos de sus profesores. Ninguna generación ha pensado que la
forma de estudiar que tuvieron fuera la idónea, se podría haber mejorado,
fíjate ahora o fíjate como estudian los finlandeses…..son respuestas bastante
recurrentes. Es verdad que todo se puede mejorar, pero la mejora empieza por
uno mismo.
Entonces
volvmos al mismo tema ¿Para qué me sirven las matemáticas? Es
una pregunta casi del día a día y que estoy cansado de responder curso tras
curso. Así que es mejor escribirlo y de esa forma responder a todas las
generaciones venideras.
Va
a ser difícil no irme por las ramas, pues el tema es bastante complejo, pero lo
intentaré.
Empezaré.
Desde
que nos levantamos están presentes en nuestras vidas. El despertador que nos
avisa de la hora que es, nos da la primera muestra. Un aparto tecnológico solo
destinado a medir el tiempo y avisarnos de un momento determinado del día.
Encendemos la luz para levantarnos y un contador se activa para saber los
kilovatios de energía que estamos consumiendo, para más tarde en una factura
indicarnos el pago de dicho gasto. Los números decimales, operaciones básicas,
y otros cálculos están presente en dicha acción que es la misma que si damos
paso al agua para lavarnos la cara o tirar de la cisterna una vez utilizado el
baño.
Tenemos
que desayunar y utilizamos el frigorífico, el microondas o la vitroceramica
para alimentarnos. De nuevo aparatos eléctricos que llevan encadenado una serie
de operaciones matemáticas, y que en su fabricación y funcionamiento llevan un software
que necesita de ellas. Tomamos dinero para poder realizar alguna compra en la
cafetería del instituto, presente en uno de los temas del curso (sistema
métrico decimal).
Algunos ejemplos más serían:
- Para organizarte en tu vida diaria: contar los días, los meses o valorar el tiempo que nos queda para realizar una tarea.
- Para calcular tus impuestos.
- Para tu presupuesto: dar la paga a tus hijos, realizar un presupuesto mensual para tu familia o como previsión de una compra importante (casa, coche, hacer un viaje, etc.).
- Para viajar: valorar la distancia y el tiempo para llegar a un destino, convertir una divisa.
- Para el pequeño bricolaje de la casa
- Para jugar al billar en donde se utiliza la simetría , al ajedrez y sus cálculos o practicando un deporte como el running teniendo en la cabeza ritmos-tiempos-distancias.
- Para pintar y dibujar: saber reproducir los colores mezclando una cierta cantidad de pigmentos.
No
voy a seguir pues son muchos los momentos en que utilizamos las matemáticas en
el día, pero voy a buscar su necesidad.
Muchos piensan que para qué saber de planos, rectas, planos, ángulos,
etc, si tengo Google Maps. Ese es el problema, creemos que nos va a solucionar
la tecnología nuestra falta de conocimiento.
Confundidos estamos.
Las
matemáticas como otras asignaturas han servido para que la sociedad tenga un
estatus mejor que el de hace unos años o siglos. Pero el precio de la
tecnología y del bienestar tiene un coste. Cada vez más dependemos de los
aparatos que construimos y estos tienen cada vez más poder sobre nosotros. El
poder no es solo de control sino por la falta en nuestra vida. ¿Qué va a
ocurrir cuando no tengamos ese aparato o esa tecnología que nos hace mejorar
nuestra vida?
Los
alumnos lo tienen claro, ya surgirá alguien que lo arregle o que aprenda a
arreglarlo. O aprenderemos de nuevo de los libros.
Ésa
es la clave. Para que surja ese alguien, ése ha debido de recibir un mínimo de
conocimiento en alguna de las materias. Les puse un ejemplo muy drástico, pero
que está presente en muchas películas de futuro donde el conocimiento se pierde
como Mad Max, El libro de Eli, El mensajero, etc.
Supongamos
que no hubiera más mecánicos y que nadie estudiara mecánica. Durante un tiempo
nos arreglaríamos como pudiéramos, pero tarde o temprano no habría nadie con un
conocimiento pleno sobre mecánica. Entonces sería el momento de ir a “las
fuentes”. Manuales de mecánica que tendríamos que empezar a descifrar. ¿Y si
todos los libros están todos en inglés? Más problemas añadidos. Solo aquellos
que estén dotados en ese idioma serán capaces de aprender para luego enseñar.
Ya son dos variables en la ecuación.
Recordé
el periodo que vino después de la Caída del Imperio Romano. Se recurrió al
tópico que identifica la Edad Media como un periodo
oscuro donde el conocimiento, especialmente el científico, era
inexistente o se limitaba a una versión muy escuálida de la Ciencia Griega. El
problema vino a que el Estado Romano sostenía una educación de la ciudadanía,
basado en las obras griegas compartiendo el saber del latín con el griego. Con
dicha caída se dejaron de estudiar dichos manuscritos y las traducciones al
latín se fueron realizando a cuentagotas, en monasterios que retuvieron el
conocimiento a su interés. Apoyados por señores feudales que les interesaba el
analfabetismo de sus poblaciones.
Cuando
más analfabeta es una sociedad más fácil es de manipular, los mensajes que se
trasmiten son más fáciles de creer y el señor es más dueño de todo. Criticamos
a los dictadores por sus apropiaciones de la libertad de expresión y del
control de la educación, esa es la principal vía de extorsión de esos
gobiernos, esa y en muchos casos quemar o prohibir libros. En los libros
siempre hay conocimiento que incomoda.
Eso
es lo que pasaría si pensamos que para que sirve tal o cual asignatura o por
qué venir al instituto. Los dueños del conocimiento serían los verdaderos
dueños del mundo. En nuestro ejemplo, si tú sabes arreglar coches podrías pedir
lo que quisieras por ello, pues eres el único o de los pocos que sabe hacer
eso. En caso contrario dependerías de otro para que pudiera funcionar tu
vehículo.
La
educación que estamos impartiendo no es la mejor, estoy de acuerdo, pero es la
necesaria para formar individuos libres que puedan acceder a un conocimiento
que ayude a mantener a la sociedad en el lugar que esta. Mejorarla en las posibilidades
que tengamos cada uno y conservarla de caer en el ostracismo es la función de
todos. Los profesores enseñando mejor y los alumnos aprendiendo con más
disciplina.
No
sabemos ahora mismo para que servirá lo que estudiamos en nuestros años de
secundaría, pero nos ayudara en un futuro. Nos formara como personas, creara en
nuestra cabeza una capacidad de razonamiento sobre cualquier tema, nos ayudará
la capacidad de memoria obtenida en los años de estudios, el tener paciencia
ante la dificultad, el debatir sobre las ideas presentes, investigar sobre
nuevas ideas o dificultades, en definitiva, ser lo más autónomos posibles
dentro de la sociedad en la que nos ha tocado vivir.
El
pensar que esto no sirve para nada, que no es necesario el conocimiento sobre
tal o cual asignatura, el venir o no venir a clase, no hace más que
debilitarnos como persona. La manipulación está muy presente en nuestra
sociedad y si esta encima tiene un conocimiento débil, más fácil será llevarla
por donde los dirigentes quieren.
Pensar
en la sociedad del Renacimiento, le costó dios y ayuda en volver a preocuparse
por las personas y sus vidas, pues durante más de ocho siglos la religión y los
señores feudales habían secuestrado el conocimiento. Habían cambiado la idea de
conocimiento de la Grecia clásica por el conocimiento a través de Dios.
No
seamos como ellos, no pensemos que ya está todo realizado en esta sociedad por
tener una tecnología diez y que por eso no hay que seguir estudiando o no
estudiar tal o cual cosa. Todo es necesario para crecer como persona, ahora
busquemos un modelo donde consigamos que todos estemos lo más contentos
posibles.
Eso
es otra cosa.
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